E-senior chronics como cohorte para la estratificación de pacientes por necesidades y competencias tecnológicas por Modesto Martínez Pillado

E-senior chronics como cohorte para la estratificación de pacientes por necesidades y competencias tecnológicas por Modesto Martínez Pillado

E-senior chronics como cohorte para la estratificación de pacientes por necesidades y competencias tecnológicas por Modesto Martínez Pillado 150 150 Weber

El objetivo de este post es abrir un espacio de reflexión sobre cuál es la situación actual de la atención asistencial a los pacientes crónicos senior (llamados aquí e-senior chronics)(1).  Estos pacientes y su patología crónica, suponen a la vez una “amenaza” pero también una oportunidad para la sostenibilidad de los sistemas de salud. Por ello, la Comisión Europea, ha llevado a cabo el programa CHRODIS-PLUS, para identificar las mejores prácticas trasnacionales que reduzcan la carga de las enfermedades crónicas(2).

La tecnología puede ser un instrumento de ayuda a la mejora de esa atención y, por tanto, de apoyo a la sostenibilidad del sistema. Así lo indica un reciente informe(3) sobre el uso de la tecnología en España en personas entre 65 y 77 años, que pone de manifiesto un cambio en los estereotipos en ese estrato de población con mayor prevalencia de enfermedades crónicas.

Además, estas tecnologías de la información y sus instrumentos se están aplicando en salud, construyendo lo que ya llamamos salud digital (e-Health). La e-Health está suponiendo una herramienta de intervención y mejora de las competencias en salud de los pacientes.

Por todo ello, es necesario abordar un cambio de paradigma, pues los pacientes “Senior”, conforman actualmente un colectivo de pacientes formados e informados, y demandan no sólo la atención presencial, sino también otro tipo de atención a través de las tecnologías de la información (TIC).

Basándonos en esta evidencia de que existe un estrato de población mayor con unas competencias nuevas, en especial, en relación con la tecnología, retornemos a la pregunta ¿sabemos cuál es la tipología de los pacientes a los que estamos atendiendo?

La respuesta es que ya existen iniciativas en este sentido, por ejemplo, ciertos modelos colaborativos de mejora de la calidad (QICs)[i], donde se implican profesionales asistenciales, directivos sanitarios, expertos en calidad y otras áreas. Es el caso del proyecto The Altantic Healthcare Collaboration for Innovation and Improvement in Chronic Disease (AHC)[ii] realizado en Canadá.

Este programa, desarrollado durante 3 años, ha reunido a 17 autoridades sanitarias regionales de 4 provincias atlánticas. Con el apoyo del CFHI, se llevaron a cabo 11 proyectos de mejora, que fueron liderados por equipos multidisciplinares (médicos, gerentes de AP, etc.) que brindaron mejoras reales para las personas que viven con enfermedades mentales, diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y multimorbilidad.

En otro orden de cosas, se encuentran los modelos de atención a la cronicidad, éstos han sido alimentados por la perspectiva de la estratificación poblacional, que es “una herramienta que permite identificar y/o agrupar pacientes con mayor riesgo de empeorar o de padecer un nuevo problema de salud, que requieran una atención más intensa y mayores recursos de salud en el futuro[iii]”. Dada la situación actual, deberíamos plantear como opción, la estratificación de la población por las expectativas de interacción con el sistema sanitario, es decir, realizar la estratificación en función de su necesidad de cuidados.

Este tipo, quizás singular, de segmentación de pacientes crónicos [iv] permitiría  predecir la posible evolución de dichos pacientes y su tratamiento en términos de calidad, utilización de servicios y costes.

De esta manera, gestionaríamos la atención sanitaria o simplemente la mejora de la salud de forma amplia, a partir de las expectativas de los usuarios y de su potencial necesidad de cuidados, permitiríamos establecer modelos predictivos de comportamientos y organizar la atención y su atención, no sería solo la interacción con el equipo de Atención Primaria, sino que pasaría por identificar cuándo es necesaria la “prescripción” de “medicamentos digitales”.

Es hacia este modelo, más personalizado, hacia el que deberíamos dirigir los esfuerzos de atención, si queremos, finalmente, poder seguir ofreciendo una atención sanitaria sostenible y de calidad.

 

[i] Verma JY, Denis JL, Samis S, Champagne F, O’Neil M A Collaborative Approach to a Chronic Care Problem. Healthc Pap. 2016;15 Spec No:19-38..

[ii] http://www.cfhi-fcass.ca/sf-docs/default-source/collaborations/CFHI-Atlantic-Brochure-E.pdf?sfvrsn=4

[iii] https://ec.europa.eu/eip/ageing/sites/eipaha/files/results_attachments/estratificacion_del_riesgo.pdf

[iv] http://www.iic.uam.es/soluciones/salud/servicio-segmentacion-de-cronicos/

 

1 Martínez-Pillado, M., Said-Criado, I., Regueiro Martínez,A., Cano Rodríguez, I. E-young chronics y e-seniro chronics como nuevos modelos para la atención a la cronicidad. 2018;33(3):119-120.

2 CHRODIS – Joint Action on Cronic Diseases. 2018 (Consultado 15 Jun 2019).Disponible en: http: //chrodis.eu/

3 Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Estrategia para el abordaje de la cronicidad en el Sistema Nacional de Salud. 2018. Disponible en: https://www.mscbs.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/pdf/ESTRATEGIA_ABORDAJE_CRONICIDAD.pdf