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El Análisis de Decisión Multi-Criterio: ¿aquí para quedarse?

El Análisis de Decisión Multi-Criterio: ¿aquí para quedarse? 150 150 Weber

Cualquier gestor suele lamentarse de lo difícil que es tomar decisiones con unas demandas que superan con creces al presupuesto finito del que dispone. Para hacer frente a esta disyuntiva de la mejor manera posible, los decisores sanitarios se interesan cada vez más por herramientas metodológicas que les ayuden a decidir.

Una de estas herramientas es la evaluación económica, que permite relativizar los costes y beneficios adicionales en salud que supondría incorporar una determinada intervención sanitaria respecto a la alternativa de no hacerlo. La evaluación económica es una de las técnicas más empleadas, pero hay voces que reclaman que esta relación coste-efectividad no siempre es suficiente para tomar decisiones, ya que no tiene en cuenta elementos que pueden ser relevantes para la sociedad.

En la práctica, para comercializar o dar acceso a un nuevo medicamento, los decisores ponen en la balanza otros aspectos más allá de la relación coste-efectividad, como la severidad de la enfermedad, la disponibilidad de alternativas terapéuticas, el grado de innovación, la calidad de la evidencia, el coste por paciente o el impacto presupuestario. El problema es que normalmente lo hacen de una manera intuitiva e implícita, sin revelar los criterios concretos contemplados, ni la importancia que dan a cada uno de ellos.

En este contexto, el Análisis de Decisión Multi-Criterio (ADMC) surge como una herramienta metodológica que ayuda a poner en blanco sobre negro qué elementos se están considerando realmente y cuál es su peso exacto sobre la decisión. Metodológicamente, hay distintas formas de abordar un ADMC, y su complejidad depende de hasta donde queramos llegar en capacitación, tiempo, esfuerzo y recursos.

El ADMC no es nuevo. Surgió hace décadas para tomar decisiones en sectores como el transporte, la energía o la defensa. En el ámbito sanitario, los modelos más sencillos se vienen aplicando desde 2005 para priorizar intervenciones, evaluar el valor relativo de fármacos concretos o mejorar el proceso de toma de decisiones. Publicaciones más recientes se han dedicado a teorizar sobre el enfoque o método más adecuado, siendo las enfermedades raras uno de los espectros de mayor interés.

El ADMC se aplica en diversos países y regiones para apoyar la toma de decisiones sanitarias. Distintos organismos con responsabilidad en el establecimiento de prioridades y en la asignación de recursos han planteado explícitamente su uso, como es el caso de Colombia, Bélgica o Lombardía.

En España, algunos hospitales, como el Virgen de la Macarena de Sevilla, han empleado el ADMC en el seno de sus comisiones farmacoterapéuticas para entender el motivo de sus decisiones y detallar los criterios considerados al realizar la evaluación, que no siempre quedaban claros. A nivel regional, el ADMC se usó en Cataluña para comprobar que los procedimientos y criterios principales de las decisiones no diferían mucho de los de un potencial ADMC realizado formalmente. Por su parte, algunas compañías farmacéuticas han realizado aplicaciones prácticas del ADMC en sus productos, adjuntando los resultados al dossier de valor necesario para su comercialización.

El ADMC cuenta con defensores y detractores. Entre sus puntos fuertes cabe señalar que, al obligar a explicitar los criterios, ponderaciones y puntuaciones, esta metodología divide el problema en piezas manejables y ayuda a ordenar las ideas de los decisores, aportando una mayor transparencia y rendición de cuentas al proceso. Además, si se formula a través de comités multidisciplinares, permite integrar la opinión de los distintos perfiles. Los decisores que han usado esta herramienta la consideran útil para estructurar y notificar la información, incluyendo las consideraciones éticas, ofreciendo un entorno deliberativo estandarizado que sirve para identificar áreas de mejora en la toma de decisiones.

En la otra cara de la moneda, hay que ser conscientes de que no son pocas las limitaciones con las que cuenta el ADMC. Entre ellas, cabe citar el riesgo de doble contabilización de algunos criterios, la omisión de otros, como el coste de oportunidad, la subjetividad inherente al grupo que realiza la evaluación, el potencial uso sesgado de la herramienta, la falta de comparabilidad entre distintos ejercicios o la difícil generalización de los resultados.

En conclusión, el ADMC es una metodología en auge en el ámbito sanitario que puede servir de apoyo a la toma de decisiones, ayudando a tener más información y a contemplar la intervención desde otro punto de vista. En todo caso, no debe perderse de vista que el ADMC no debe sustituir a la toma de decisión, ni ser la única herramienta metodológica empleada en el proceso, sino que debería usarse como un instrumento más de apoyo que complemente a la evaluación económica.

¿El ADMC habrá llegado para quedarse? En mi opinión, nos encontramos todavía en una etapa incipiente, donde para tener éxito a largo plazo muchos de los modelos empleados requieren de una mayor sofisticación técnica y grado de validación, y depender menos de la discrecionalidad y subjetividad de cada comité creado ad hoc. Para ello, sería necesario el trabajo conjunto y el consenso entre todos los agentes involucrados, implicando en mayor medida a las administraciones públicas y sociedades científicas. Un buen ejemplo de ello puede encontrarse en el ámbito oncológico, donde se han creado distintas escalas multi-criterio para medir el valor de las innovaciones, y que podrían servir como punto de partida para evaluar de una manera más homogénea los medicamentos en general.

Invito a aquéllos lectores con interés en profundizar en el ADMC aplicado en el ámbito sanitario a revisar el libro publicado recientemente por la Fundación Weber

 

 

Participación de Weber en las XXXVIII Jornadas AES: El Análisis de Decisión Multi-Criterio aplicado a los fármacos innovadores

Participación de Weber en las XXXVIII Jornadas AES: El Análisis de Decisión Multi-Criterio aplicado a los fármacos innovadores 768 320 Weber

Weber, en su compromiso con la comunidad investigadora y la promoción del conocimiento en materia de salud, publica hoy otra más de sus contribuciones a la pasada   XXXVIII edición de las Jornadas de la Asociación de Economía de la Salud, cuyo lema fue “Compartiendo decisiones: ¿Qué cambios se requieren?”. En este caso, una comunicación oral sobre Analálisis de Decisión Multi-Criterio.

El jueves 21 de junio de 2018, de 16.15 a 17.45 horas en la Sala Gran Canaria, se desarrollaba la Mesa de Comunicaciones XVI: Avances en la política y gestión del medicamento. Esta mesa, fue moderada por el Dr. Jaume Puig, de la Universitat Pompeu Fabra. En ella, Néboa Zozaya, Directora del Área de Economía de la Salud de Weber,  llevó a cabo la presentación de la comunicación oral que abría la mesa: Un Análisis de Decisión Multi-Criterio aplicado a dos fármacos biológicos para enfermedades inflamatorias crónicas (O-67).

Este trabajo presenta un proyecto realizado por Weber, cuyo objetivo fue desarrollar un Análisis de Decisión Multi-Criterio (ADMC ó MCDA),  aplicado a dos fármacos innovadores para enfermedades inflamatorias crónicas de la piel en España. Este ADMC, utilizando los criterios EVIDEM, es el primero aplicado en dermatitis atópica, y uno de los pocos en enfermedades crónicas inflamatorias. Tanto por el valor añadido de las intervenciones que analiza, por los resultados que presenta, y porque el ejercicio nos facilita una mejor comprensión sobre dónde radica el valor de las intervenciones para los distintos agentes, el estudio resulta de gran interés.  Además, ha sido desarrollado haciendo especial hincapié en la importancia de seguir las guías de buenas prácticas, por ejemplo: realizar una adecuada selección de criterios, ser transparentes en la selección de expertos, validar la evidencia con profesionales clínicos, fomentar el debate multidisciplinar, y realizar un adecuado manejo de la incertidumbre, etc.

Esta metodología del ADMC,  es una herramienta emergente en el ámbito sanitario, siendo Weber uno de los pocos centros de investigación en España, que conocen su manejo, desarrollo y aplicación. Una de las principales virtudes del ADMC, es que permite explicitar la importancia relativa de un rango amplio de criterios, aportando una visión holística de las intervenciones evaluadas. Posibilitando así, a los diferentes agentes (evaluadores, clínicos, pacientes…) reflexionar de una forma más profunda, sobre las bases de sus decisiones, y ayudándoles a definir y cuantificar los elementos que van a considerar. Por todo ello, el ADMC, fomenta el debate interdisciplinar.

Por supuesto, como otras metodologías, el ADMC presenta tanto ventajas como limitaciones, las que se le atribuyen son: que resulta ser un ejercicio subjetivo, que se enfrenta, en ocasiones, a  dificultades de compresión por parte de los agentes, y que refleja diferencias notables de opinión entre estos distintos tipos de agentes (en ponderación, puntuación, entendimiento, etc.).  Pero en todo caso, resulta útil para apoyar la toma de decisiones sanitarias, complementando a la evaluación económica.

En esta mesa, también presentaron otras cinco comunicaciones sobre temas relacionados con la política y la gestión del medicamento, temas como el consumo de medicamentos y el copago, la evaluación de tecnologías en salud en el sistema único en Brasil, la sistematización  en  procedimientos para las relaciones con la industria o la implantación de contratos de riesgo compartido en España y su vinculación con la medicina personalizada.

Esta comunicación está también disponible para su descarga a continuación, haciendo clic en la imagen.